Para ayudar al descanso, pon una hora de fin de utilización del móvil de aquí en adelante o define una actividad que limite que es el final del día, por ejemplo, la cena.
Donde nada más va a ocurrir, sólo estás tú con tu familia, tu pareja o contigo mismx.
Piensa en esto, hazte este honor.
De esta forma te ahorras también la luz azul que emite el teléfono antes de dormir, por lo que notarás que conciliaras antes el sueño, la calidad del sueño será mejor y te levantarás de mejor humor.
Estudios demuestran que parte de las emociones que tenemos al día siguiente dependen de cómo ha sido la calidad del sueño al comienzo de la noche anterior.
Cuando estamos durmiendo la mente está procesando los últimos estímulos recibidos, imagina que sucede en nuestra mente durante la noche si lo que hemos hecho justo antes de dormir ha sido seguir metiendo información y un millón de estímulos a través del móvil.
Por esta razón, regalate 4 horas antes de dormir de absoluta ausencia de sobreestimulación.
Por ejemplo, antes de cenar: guarda el móvil, entonces ya tienes la cena como señal disparadora de que comienza tu espacio de paz.
Por la mañana, date 1 hora de levantarte con paz, y ten una rutina donde te puedas levantar, vestirte, sacar al perro, hacer unos estiramientos… y ya cuando todo eso se haya hecho sin ruidos, agobios ni estrés… y organizas lo que tienes que hacer en el día, entonces, coges el móvil.
Pero, primero… te has cuidado y lo segundo, has organizado el día.
Las cosas que pueden surgir tienen que adaptarse a la organización de tu día, y no al revés.
¿Qué has aprendido durante el día de hoy? ¿Para qué te ha servido el reto?
Deja tus reflexiones y aprendizajes en los comentarios para compartir experiencias con los compañeros y motivarnos unos a otros en este reto.
