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[Aceptación de la muerte] O cómo asumir que la muerte es parte de la vida

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¿Hay algo en la vida más seguro que la muerte?

No se me ocurre. Todo puede tener distintos finales, sin embargo, la vida solo tiene uno.

Es lo único que nadie puede discutir: cuando una persona nace en algún momento se va a morir. Antes o después. De una manera u otra.

Pues a pesar de que es una de las pocas certezas que tenemos, la verdad es que no solemos pensar en ello. Por distintos motivos:

  • Nos asusta.
  • Nos duele.
  • Nos incomoda.
  • Nos llena de incertidumbre.

Y mil cosas más. Cada uno puede tener sus razones.

Por eso creo que prepararnos para aceptar la muerte (ya sea la propia o la de los demás) es una de las decisiones más acertadas que podemos tomar.

Ya que todos vamos a pasar por ese tramo del camino y de hecho vamos a ver a muchos seres queridos pasar por él… ¿por qué no hablar de ello? ¿No crees que sería bueno poder echar una mirada para comprender el proceso interno que vivimos ante esto y aceptar la muerte integrándola en los procesos de aprendizaje, crecimiento y vida?

Vamos a hacerlo.

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Me gustaría recordarte que este post es uno más de una serie en la que estoy abordando la aceptación en todas sus facetas. Todas las semanas te contaré cosas interesantes sobre las distintas formas de aceptación y cómo aplicarlas.

Ya tienes disponibles:

Y cada semana, un nuevo contenido práctico sobre este tema. Recuerda que puedes suscribirte a mis canales:  los «eternos aprendices» de Spotify, también en Ivoox o mi canal de YouTube. ¡Mantente conectado para no perderte nada!

Y ahora sí, vamos a hablar sobre la aceptación de la muerte.

✅ ¿Qué es la aceptación de la muerte?

No existe un libro de instrucciones que nos enseñe a afrontar la muerte de un ser querido.

Cuando llega el momento, en ese punto de no retorno en el que sentimos perfectamente que la otra persona se va, no tenemos una barandilla para agarrarnos, ni un punto de apoyo para retener a quien nos está dejando por mucho que nos gustaría.

No hay nada que se pueda hacer.

Notamos el vacío. El vértigo. Hasta nos parece que nos falta aire para respirar.

Quizá una de las mayores enseñanzas que podamos obtener de la vida es aprender a pasar de la mejor forma posible por todas las etapas de la aceptación de la muerte, de hecho, los budistas toman conciencia de la muerte a diario y lo toman como forma de vivir el “hoy” con significado. 

¿Y cómo hacerlo? De eso vamos a hablar en este post. Pero te adelanto algo:

  • Debes rendirte ante lo que es, entendiendo la rendición como la aceptación interna de aquellas cosas contra las que cualquier lucha es inútil, y…
  • … debes comprometerte con la vida, es decir, vivir de forma consciente, enfocado en el momento presente. De esa forma tendrás La Paz de haber hecho lo posible por aprovechar el tiempo del que hemos sido dueños. Porque sí, somos los únicos dueños de lo que hacemos con nuestro tiempo y los recuerdos que van formando nuestra historia y quiénes somos.

Haciendo eso conectas con tus valores te encaminas hacia una vida plena y significativa. A partir de ahí es cuando empiezas a comprender la trascendencia del dejar ir.

Enseguida hablamos más de todo esto, pero antes de meternos de cabeza en el tema, me gustaría que abrieses tu mente asomándote a distintas interpretaciones culturales de la muerte.

Porque… no creerás que la tuya es la única, ¿verdad?

👉 La aceptación de la muerte: tradición y cultura

Me atrevería a decir que nunca antes en la historia el hecho de morir fue tan traumático ni se vivió de forma más solitaria que ahora.

Creo que la forma que tenemos de tratar y de afrontar este tema, hace que en este momento la muerte sea algo:

  • Más doloroso.
  • Más tabú.
  • Y que genera más miedo.

En otros momentos de la historia, la muerte se vivía como algo más cercano y cotidiano.

Por ejemplo, en la Edad Media no era infrecuente ver cadáveres por la calle. Si eres aficionado al cine, habrás visto que incluso se celebraban ejecuciones públicas. ¡Sí!, la gente asistía a esos eventos (por mucho que ahora nos parezcan una barbaridad).

Quiero pensar que en realidad a nadie le gustaba verlas… pero la verdad es que ahí estaban. Y ¿qué ocurría? Pues que de rebote eso “acercaba” a las personas al funcionamiento real de la vida y la muerte. Lo convertía en algo cotidiano con lo que había que convivir.

Afortunadamente las ejecuciones públicas fueron desapareciendo, así como el ocio basado en tirar humanos a los leones y otros “entretenimientos” similares.

Sin necesidad de irse varios siglos atrás, no hace tanto que las personas que enfermaban se morían en casa, con su familia.

Todos los miembros acompañaban al familiar que se estaba yendo y formaban parte del momento. Permanecían a su lado durante el antes, el durante y el después.

Esto ayudaba a normalizar el proceso de la muerte, a integrarlo y a perderle el miedo. Esta forma de despedir a nuestros familiares de una manera cercana perduró hasta hace unas décadas, quizás un siglo.

Pero poco a poco, con los años, la muerte se fue despegando del entorno familiar. Por ejemplo, hicimos una cosa en la que quizá no has pensado pero que tiene mucha trascendencia: alejamos a los niños.

De pronto, nos pareció que era mejor que no viesen la muerte, así que dejamos de hablarles de ella con naturalidad.

También comenzamos a inventar mentiras que nos parecían que la hacían más fácil de digerir. Les decíamos que “el abuelo se fue de vacaciones” o “papá ahora está en el cielo”.

De esa manera, empezamos a dejar que los niños se fuesen dando cuenta ellos solos de que no iban a ver más al abuelo o a papá, sin darles la oportunidad de procesar la experiencia abrazados a su familia, hablando de sus sentimientos y manteniendo viva a la persona en sus corazones.

Negar la muerte de alguien, es matarla en nuestro corazón.

O sea, les negamos justo lo que hay que hacer para integrar una experiencia y seguir viviendo con el corazón ligero.

👉 El budismo y la idea del Karma

De todas las tradiciones y visiones sobre la muerte, el Budismo es un referente. El libro tibetano de los muertos explica qué ocurre en la mente durante el proceso de la muerte, justo antes y justo después.

Hace 2500 años Buda explicó, paso a paso, el proceso de la muerte y lo que sucede hasta que se produce una nueva reencarnación. Desde entonces, otros maestros han seguido explorando y compartiendo distintos aspectos.

Ha habido incluso maestros reencarnados que explicaron las sensaciones de la muerte:

  • Como cuando caes dormido y comienzas a soñar.
  • Como cuando te desmayas, y relajadamente tu mente comienza a tener otra experiencia porque sigue proyectando las memorias acumuladas.

Para el budismo, la muerte es concebida como un simple cambio de ropa.

Es importante saber que el siguiente “traje” que nos ponemos no es casual, sino consecuencia de lo que hemos ido generando en esta vida, con nuestro carácter y las decisiones que hemos tomado.

Por decirlo de una manera simplificada: en la próxima vida seguimos cosechamos las semillas que hemos sembrado en esta.

Nuestra responsabilidad en el presente es elegir libremente qué semillas vamos a sembrar y cultivar. No hay un Dios que nos vaya a castigar, sino que nuestra experiencia futura depende de las decisiones que hayamos tomado en esta.

Como no sabemos cuándo va a llegar el momento de la muerte, lo mejor es que nos esforcemos en utilizar nuestra vida de la mejor forma posible ahora.

Hoy.

En este mismo momento.

Debemos aceptar la muerte, no huir de ella. Integrarla y utilizarla para tener una vida significativa.

Los científicos están investigando mucho sobre qué ocurre en el momento de la muerte, por lo que seguramente en las próximas décadas cambiará mucho el concepto que tenemos en Occidente sobre ella y las investigaciones y experiencias de cirujanos y personas que trabajan con la muerte, apuntan a que no es simplemente un “off” y ya. Hay mucho por indagar ahí, aunque no es sencillo de demostrar nada, claro está.

Eso sí, ojalá se normalice y eso nos ayude a vivir con el corazón más sereno.

✅ Aceptar la muerte de un ser querido: el duelo y sus etapas

Unos párrafos más atrás te hablé de la importancia de dejar ir. ¿A qué me refiero exactamente?

  • Dejar ir es soltar. Es eliminar toda la resistencia y dejar que las cosas sean.
  • Dejar ir es aceptar internamente y con plena consciencia lo que la vida trae.
  • Dejar ir es dejarse fluir en todos los momentos y con todos los sucesos, sean amables con nosotros o dolorosos (me gustaría mucho que leyeses este post, en el que explico qué es fluir con la vida con un ejemplo práctico de algo que me ocurrió).

Lo contrario es aferrarse a las cosas que nos ocurren (o que no ocurren, pero nos habría gustado que sí). Es agarrar, crisparse, apretar para retener. En definitiva, es sufrir más.

Por eso soltar facilita que aceptemos cualquier experiencia por dura o difícil que nos parezca.

Eso incluye la aceptación de la muerte de un familiar.

También es importante que sepas que llegar al estado de aceptación de una muerte cercana significa atravesar las etapas del duelo. Todos pasamos por ellas (aunque puede ser de muy distintas maneras).

Estas etapas fueron definidas por la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross a finales de los años 60, y son estas:

  1. Negación.
  2. Ira.
  3. Negociación.
  4. Depresión.
  5. Aceptación.

Podríamos decir que son las fases de aceptación de la muerte. Cada etapa describe un tipo de sensaciones y la evolución del dolor hasta que finalmente el dolor es aceptado.

No voy a profundizar más en ello en este post porque justo quiero hacerlo en el próximo. En él que te explicaré una a una todas las etapas y te daré algunas claves interesantes para la gestión de las emociones.

👉 ¿Qué pasa si se ha muerto un familiar durante el confinamiento?

En los últimos meses muchas personas han vivido situaciones especialmente difíciles. Debido a la pandemia, y siguiendo indicaciones sanitarias, no han podido despedirse de personas queridas que fallecieron debido a la COVID-19.

Tampoco pudieron estar con ellos en los últimos momentos, ni organizar después rituales o cualquier tipo de acto colectivo.

Ni siquiera hubo abrazos de consuelo. Todo quedó “congelado”, pospuesto hasta que las personas se pudieran encontrar.

La muerte inesperada de un ser querido, suceda cuando suceda, genera una herida grande. Y si ocurre en unas circunstancias como las de esta pandemia, la muerte todavía resulta más fría y frustrante.

Son momentos en los que nos encontramos de frente con la impermanencia. Debemos, por tanto, ayudarnos a procesarla para seguir viviendo con salud.

En la cultura budista se vive en armonía con la impermanencia porque está integrada en el día a día y se recuerda con frecuencia a modo de práctica espiritual de hecho, para tener una vida más sabia. Pero en Occidente lo más habitual es que tratemos de ignorarla y vivir como si tuviéramos control sobre la vida.

Construimos una felicidad basada en la ilusión de permanencia (de salud, de belleza, de amor, de vida) y por eso, cuando sucede algo así de inesperado ,el dolor es aún mayor si cabe. Sentimos como si algo estuviera fallando, como si fuera algo injusto, aunque la verdad… es que simplemente es la impermanencia haciendo gala de su presencia, que es constante como la gravedad, aunque vivamos mirando hacia otro lodo.

Pero sí, duele. Claro que duele. Sobretodo si no lo queremos ver, aceptar y vivimos como si las cosas fueran estables y eternas.

¿Qué puedes hacer ante una situación así?

A. Practica la aceptación

Hazlo con muchísimo amor y compasión hacia tu vulnerabilidad. A lo largo de los episodios de esta serie sobre aceptación te he ido dando claves para practicar la aceptación de forma activa, así que si te ves preparado para hacerlo por tu cuenta, adelante.

Si no, como sé que no es sencillo encontrar buenas meditaciones enfocadas a poder aceptar con amor y compasión el dolor por los golpes de la vida, te invito a que entres en el programa El arte de meditar y que vayas directo al módulo 2 o al 4, que están dedicados a ello.

Ese enfoque de apertura, que está muy conectado al dolor por la impermanencia, la falta de control, la sensación de injusticia, etc, es muy muy terapéutico y es un ingrediente que apenas encontrarás en los cursos de mindfulness y meditación pero que cada vez más está trabajándose de esta forma en la psicología, y de hecho ya se habla de la siguiente ola del mindfulness, porque “respirar y vivir el presente” no es suficiente para aprender a vivir con plenitud un golpe de la vida.

Necesitamos ser más amables, cálidos y compasivos hacia nosotros mismos que nunca para poder integrar la aceptación en nuestro corazón (y por eso, el bloque 2 y 4 del programa se enfocan a eso).

B. Celebra un ritual de despedida

Da igual la forma que le des, simplemente haz aquello que a ti te sirva para representar el adiós a esa persona querida. Puede ser:

  • Escribir una carta.
  • Recordar los mejores momentos, junto con amigos y familiares.
  • Dar las gracias o pedir disculpas, si es que sientes que alguna de esas cosas te quedó pendiente.

No hay una guía para esto, simplemente haz lo que sientas hacer. De ese modo te estarás ayudando a ti mismo a procesar lo ocurrido y a cerrar un ciclo interno.

No obstante, ten en cuenta que, cuando alguien se va, la relación que tenemos con esa persona sigue viva en el corazón, solo que debemos encontrar una nueva forma de vivirla.

Aunque esa persona ya no esté, puedes seguir cultivando el vínculo con ella, porque vive en tu mente y ahí sigues sintiendo fuertemente su presencia. Puedes hacerle un guiño de vez en cuando, brindar por ella, hacer algo en su nombre, echarle alguna sonrisilla cómplice ante algo que os une… esto puede parecer difícil hoy quizá, pero es algo muy bueno. 

De hecho, las enseñanzas budistas sobre la muerte recomiendan que tras una muerte en los siguientes dos meses aproximadamente, podamos hacer cosas bonitas por el difunto. Una donación en su nombre, un regalo, terminar alguna tarea… que nos centremos en poder hacer cosas positivas por la persona.

✅ Conectar con los valores y tener una vida significativa: meditación y mindfulness para la aceptación de la muerte

No sé si sabrás que las personas que tienen próximo el momento de la muerte coinciden en algo: lamentan no haber hecho algunas cosas de forma distinta.

En esos momentos se ponen a repasar su vida, sus acciones, y concluyen que podrían haber aprovechado su vida mejor.

¿Lo sabías? Te lo cuento por si acaso.

👉 Estos son los 5 lamentos de las personas antes de morir

Los recogió en un artículo una escritora, Bronnie Ware, que trabajó durante muchos años con enfermos en cuidados paliativos.

En ese artículo, titulado The top five regrets of the dying, explica que las que las personas se lamentan de estas 5 cosas:

  1. De no haber tenido el valor de hacer lo que querían hacer (en vez de eso, hicieron cosas para complacer a otros).
  2. De haber trabajado trabajado demasiado (porque por ese motivo se perdieron muchas cosas importantes de la vida).
  3. De no haber expresado sus sentimientos con naturalidad (y que las personas importantes de su vida no llegasen a escuchar lo que sentían por ellas).
  4. De no haber pasado más tiempo con quienes apreciaban (y de haber descuidado a los amigos).
  5. De no haber elegido ser más felices (¿acaso no era ese el objetivo de vivir, en definitiva?).

Conocer hoy estos 5 lamentos te permite hacer reflexiones importantes y, quizá, tomar decisiones distintas en el futuro inmediato. O sea, mañana mismo.

¿Hay alguna cosa de tu vida que te gustaría que fuese de otra manera?

Sea lo que sea, la meditación puede ayudarte (y mucho) a cambiar lo que está de tu mano.

✅ La meditación como herramienta para conectar con la vida

Meditar un poco todos los días es como llevar tu mente al gimnasio (en otros post te he hablado mucho sobre ello, puedes leer este, en el que explico desde cero qué es la meditación y cómo puede beneficiarte).

Si nos enfocamos en concreto en la aceptación, trabajar un poco todos los días para conectar con tus valores va a ayudarte mucho. El compromiso con pequeños retos que refuercen tu deseo de estar en la vida, puede enseñarte a aceptar mejor el momento de la muerte.

Ten en cuenta que cuanto más te ancles en el presente, cuanto más te enfoques en el aquí y el ahora, más cerca estarás de aceptar cualquier suceso que aparezca en tu vida.

Practicando la meditación se te abrirá un horizonte distinto:

  • Sin juicios y sin autocastigos.
  • Con desapego, soltando, dejando que las cosas fluyan.
  • Con mucha paciencia y mucha amabilidad hacia ti mismo.

¿Y qué pasa si le tienes miedo a la muerte?

Con mindfulness y meditación también puedes aprender del miedo.

  • Puedes identificarlo: ¿qué es exactamente lo que te asusta?
  • Puedes observarlo: si es la muerte lo que te da miedo, prestarle atención te ayuda a acercarte, focalizarte y prepararte.
  • Puedes elegir concentrarte en la vida: ser flexible psicológicamente para dejar a tu miedo ahí, donde sea que esté, y conectar con la vida aquí.

Ese entrenamiento, que te he resumido mucho, se puede hacer con meditación.

Y anota esta reflexión: cuanto más en coherencia interna vivas hacia tus valores y más satisfacción sientas con tu vida, más en paz vas a estar. Tendrás menos miedo de que todo se termine, porque lo que importa no es a dónde llegues, sino que disfrutes del viaje.

👉 Algunas herramientas para meditar y mejorar la aceptación

Creo que lo que te voy a dejar a continuación puede ser de mucha utilidad para trabajar la aceptación utilizando la meditación y el mindfulness. Toma nota de estos recursos:

➡️ Puedes apuntarte a mi programa El arte de meditar de manera que funcione. Si estás empezando, te lo recomiendo. Aquí tienes consejos e instrucciones, 30 meditaciones guiadas más otras tantas meditaciones informales, 3 sesiones de preguntas y respuestas y… ¡la compañía de otros que están en lo mismo que tú! Entrarás en un grupo de Telegram donde puedes consultar dudas y comentar avances.

➡️ Mi mini-curso con los fundamentos de El Arte de Meditar, con 4 meditaciones guiadas para que empieces a practicar  (¡apúntate! No te costará nada y te llevas unos regalos de bienvenida). Si quieres asomarte al mundo de la meditación empieza por aquí. Además de 4 de mis meditaciones, recibirás emails inspiradores con píldoras mindful para el día a día.

➡️ En mi blog voy volcando mucho conocimiento, así que te recomiendo que no te pierdas nada. Si tienes curiosidad y te gusta leer, estos son mis 10 libros favoritos sobre mindfulness. ¡Echa un vistazo!

➡️ Y por último, si te gusta lo multimedia, recuerda que puedes escuchar un montón de contenidos en mi canal de Spotify «Eternos aprendices». En Ivoox o ver mis vídeos en mi canal de YouTube. Suscríbete para no perderte ningún capítulo nuevo.

Te he dejado aquí mucho material para que vayas a ratitos metiéndote en el mundo de la meditación y el mindfulness. ¡Espero que te apasione tanto como a mí!

✅ ¿Qué te ha parecido este post sobre el proceso de aceptación de la muerte?

Sin duda, una muerte cercana es algo emocionalmente muy intenso, y por eso quería abordarlo en profundidad en esta serie sobre la aceptación. Lo importante es que vayas incorporando conceptos nuevos y que la aceptación, en todas sus facetas, te vaya llevando a disfrutar más de la vida que tienes.

Recuerda que estas semanas estamos compartiendo mucha información interesante sobre la aceptación, y aún nos quedan cosas que contar, así que no te pierdas las próximas publicaciones.

Lo más importante de todo es que vayas tomando nota de ideas y claves que puedas llevar a tu vida cotidiana. Ya sabes que siempre trato de darte pautas prácticas y fáciles de implementar.

¿Este post te ha parecido interesante?

Si es así me encantaría que lo compartieses.

Así llegamos a más personas que puedan aprender cosas interesantes sobre la aceptación con estos consejos mindful 😉

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