Imagínate que te pido (así, a traición) que me expliques qué es el mindfulness, ¿sabrías hacerlo?
Si te has quedado pensando y crees que la respuesta es que no, no te preocupes. Es normal.
Oímos hablar de mindfulness tanto y en tantos contextos distintos, que es bastante complicado aclararse con el concepto.
- ¿Es una moda?
- ¿Es la panacea?
- ¿Es un engañabobos?
- ¿Es una filosofía, una técnica, una actitud, una terapia? ¿Qué demonios es el mindfulness?
Hasta a mi madre le cuesta pillarlo (¡y ya son años!). De vez en cuando aún me pregunta: «Alba, ¿qué es el milfundes?». O minfunles. O mainflunes. O lo que sea. ¿A quién se le ocurriría inventar semejante palabreja?
Como soy consciente del lío que hay con el mindfulness (y más lío todavía si le sumamos la meditación), voy a explicártelo desde el principio y verás como después ya sabes responder con seguridad a la pregunta que te hacía al principio 😉
✅ Qué es mindfulness según los maestros (definición rápida)
El término «mindfulness» fue acuñado por Jon Kabat-Zinn, quien fundó en 1979 el Center for Mindfulness en la Universidad de Massachussetts. Ahí empezó a desarrollar la Técnica de Reducción del Estrés Basado en Mindfulness (MBSR, siglas de Mindfulness Based Stress Reduction).
Kabat-Zinn, médico e investigador, fue quien adaptó a la cultura occidental los conocimientos y herramientas del mindfulness, cuyo origen está en la psicología y meditación budista. Lo definió así:
El mindfulness es un método para pulir y limpiar las impurezas que tenemos en nuestra mentalidad y las oscuridades que hemos ido acumulando a lo largo de la vida (Jon Kabat-Zinn).
Mediante esta limpieza podemos devolver a la mente sus cualidades inherentes:
- Claridad.
- Bienestar (paz y equilibrio).
- Compasión.
Y podremos impregnar de esas cualidades cada cosa que hagamos en el día a día.
👉 1. ¿De dónde viene la palabra mindfulness?
La palabra que hoy manejamos se inventó para traducir lo que Buda llamó Sati (idioma Pali, India, hace 2500 años).
Sati hace referencia a la capacidad de observar las cosas tal y como son, en el momento en que son (es decir, en el presente).
La traducción literal de la palabra anglosajona mindfulness no tiene mucho sentido para nosotros. Sería parecido a «una mente llena de nada», suma de los significados de mind + full + ness.
Así que en castellano se ha traducido como «atención plena», que no tiene nada que ver con la etimología pero nos sitúa de lleno en el concepto.
👉 2. Aplicaciones del mindfulness o atención plena
Kabat-Zinn se fascinó con los efectos del mindfulness y la meditación en la salud. Así que decidió estudiarlo científicamente y comenzó a aplicarlo en contextos médicos.
Gracias a eso, hoy en día se aplica en campos tan diversos como:
- Medicina.
- Psicología.
- Empresa.
- Organizaciones.
- Fuerzas de seguridad.
- Educación formal.
- Relaciones de pareja (aquí te cuento más sobre el mindfulness amor).
- Familias (mindful parenting).
- Alimentación (mindful eating).
- Etc.
Gracias a su trabajo, hoy la aplicación del mindfulness está más extendida, aunque todavía nos queda mucho por hacer.
Si te interesa este tema y quieres saber más, te recomiendo este post en el que te comento los que son para mí los 10 libros más interesantes que he leído sobre mindfulness.
✅ Las 3 caras del mindfulness (una explicación más extensa)
Otro de los nombres relevantes para entender el desarrollo, investigación y aplicación del mindfulness es el del doctor Christopher Germer, quien definió y explicó las tres principales acepciones que tiene el mindfulness.
Según Germer, el mindfulness es:
👉 1. Un constructo teórico que engloba todas las habilidades mindful
Cuando hablamos de mindfulness, siempre hay 4 habilidades presentes:
- Capacidad de estar atento: el mindfulness como entrenamiento para aprender a focalizar la atención de manera consciente.
- Capacidad de vivir en el presente: es decir, saber permanecer en el aquí y el ahora. Vivir anclados en el pasado o pensando siempre en lo que vendrá en el futuro, es una enorme fuente de malestar.
- Capacidad de dirigir la intención: cuanto más entrenas tu mente para dirigirla hacia donde eliges, más fuerza cobra tu intención. Por lo tanto, el mindfulness también fortalece la voluntad. O dicho de otro modo, reduce la tendencia a dejarlo todo para mañana (la famosa procrastinación).
- Capacidad de aceptar: tenemos que aprender a estar en contacto con las experiencias sin entrar en juicios, luchas, críticas o conflictos. Es decir, con el mindfulness entrenamos la aceptación con responsabilidad.
En realidad, todas estas actitudes que englobamos dentro del mindfulness como constructo teórico, son una forma de vida, una filosofía práctica con la cual vamos aprendiendo a vivir plenamente en todos los momentos de la vida.
👉 2. Una terapia de tercera generación
Cuando hablamos de terapias psicológicas de tercera generación nos referimos a aquellas que abordan la relación entre el paciente y su problema de una forma global, centrándose en la persona más que en el conflicto y promoviendo la aceptación del mismo.
Hay varios programas que se han basado en la práctica de habilidades de mindfulness:
- Reducción del Estrés Basado en Midnfulness ( MBSR).
- Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT).
- Intervenciones Basadas en Mindfulness (MBI).
- Y también se ha incorporado el mindfulness en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la Terapia Dialéctica Conductual (TDC).
Es importante señalar que tanto la ACT como el programa MBCT se utilizan en situaciones clínicas, pero son también muy útiles y recomendables en procesos de desarrollo personal. Es decir, podemos beneficiarnos de ellos también cuando queremos cuidarnos, ser más conscientes y convertirnos en dueños de nuestra mente.
Podemos usar esas herramientas en procesos tan distintos como estos que te pongo como ejemplo:
- Emprendimiento: cuando creamos una empresa, para lograr salir de nuestra zona de confort y superar las incertidumbres.
- Crianza: para enfocar la relación entre padres e hijos.
- Una ruptura: para personas que necesitan reencontrarse a sí mismas y reenfocar su vida después de terminar una relación.
Es decir, aunque hablamos de técnicas de terapia, son aplicables en muchos campos de la vida y hasta podemos ponerlas nosotros mismos en práctica si aprendemos a hacerlo.
👉 3. Una habilidad natural del ser humano
Como acabamos de ver, el mindfulness es un conjunto de saberes, prácticas y técnicas que ayudan a desarrollar el estado de mindfulness y todas las habilidades psicológicas implícitas (que vimos en el primer punto).
Pero sobre todo, no podemos olvidar que las personas tomamos consciencia de las cosas de forma natural. Es una capacidad que tenemos por el simple hecho de ser humanos.
Así que, al fin y al cabo, estamos hablando de vivir y permanecer en nuestro estado natural.
✅ Mindfulness y meditación ¿son lo mismo?
Te dije antes que tú mismo podías poner en práctica algunas herramientas si aprendes cómo hacerlo ¿verdad?
Pues bien,
La meditación es una herramienta que podemos utilizar para generar estados mindful de forma autónoma.
Es decir, no necesitas que las condiciones externas de la vida te lleven a ese estado, sino que tú puedes acceder a él con entrenamiento. Cuanta más práctica desarrolles, más sencillo te resultará abrir tu mente y desengancharte de pensamientos, emociones y sensaciones que te hacen daño.
Para entendernos: mindfulness no es sinónimo de meditación, pero la meditación es la vía más directa y práctica para desarrollar con más facilidad estados de mindfulness.
Como hay bastante confusión con estos dos conceptos, voy a decirte qué NO es meditar, para que vayas descartando ideas preconcebidas:
- Meditar no es dejar la mente en blanco (más que nada porque es imposible).
- Meditar no es ir por ahí abrazando a los árboles.
- Meditar no es sentarte en una piedra a cavilar sobre un tema.
- Meditar no es fumarte un porro para sentir el universo en tus células y filosofar.
En resumen (porque te podría poner más ejemplos), meditar tiene poco o nada que ver con todos los tópicos que hayas podido oír sobre la meditación y quienes la practican.
Si quieres, yo puedo ayudarte en eso. Como primer paso, puedes empezar mi mini-curso gratuito con el que vas a poder tener acceso a cuatro meditaciones para profundizar en ti mismo.
👉 La meditación, un ejercicio de neurogym con 7 beneficios
La meditación mindfulness es un ejercicio de neurogym. Sí, porque el cerebro también hay que ejercitarlo para aumentar la calidad de vida.
¿Y qué «músculos» se desarrollan cuando meditamos? Según Pema Chödrön, maestra de meditación, son estos 7 fundamentalmente:
- La paciencia.
- El no juzgar.
- El no forzar.
- La ecuanimidad.
- La compasión.
- La flexibilidad psicológica.
- La atención al momento presente.
Meditar desarrolla la capacidad de dejar pasar a través de ti los pensamientos y sentimientos sin aferrarte a ellos. No te enganchas, los dejas marchar para seguir adelante sin lastres.
Te entrenas para ser consciente de tus pensamientos y así poder discernir entre los que son útiles y los que no (e incluso te hacen daño).
Pero no te quedes solo con esto, si quieres más información echa un vistazo a este post en el que te explico a fondo qué es meditar y además te cuento cómo puedes empezar a hacerlo de forma muy fácil.
✅ El mindfulness como herramienta: la Terapia de Aceptación y Compromiso
Los profesionales que trabajamos cada día con todo tipo de problemas psicológicos sabemos por experiencia que el mindfulness tiene un efecto beneficioso en la salud.
Es muy útil para:
- Gestionar el estrés y la ansiedad.
- Afrontar el miedo.
- Controlar los impulsos.
- Mejorar el ánimo.
- Fomentar la empatía y ayudarnos en nuestras relaciones.
- Aumentar el rendimiento en las actividades.
- Tratar alteraciones alimentarias.
- Abordar cuestiones de sexualidad.
- Mejorar los síntomas en enfermedades crónicas.
¿Sigo?
Yo creo que con estos ejemplos ya te haces una idea. Pues son campos en los que los profesionales aplicamos el mindfulness y todos los días comprobamos los buenos resultados (aquí te explico en profundidad los beneficios de practicar mindfulness).
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es la principal representante de las terapias de tercera generación que te nombraba antes. En ella utilizamos ejercicios de mindfulness como herramienta de ayuda para no engancharnos a los pensamientos o emociones.
Aclaro, por si hiciera falta, que aceptar no tiene nada que ver con meter la cabeza en un hoyo y evadirse (lo que se llama el efecto avestruz), sino con cambiar los mecanismos que generan sufrimiento innecesario.
No obstante, insisto: no hace falta llegar a estar mal para utilizar estas herramientas. Puedes usarlas en el día a día simplemente para vivir más consciente y liderar tu mente.
✅ Mindfulness para empresas y organizaciones
Dado que el mindfulness se utiliza para el funcionamiento óptimo de las personas, tiene un campo muy amplio de aplicación tanto en empresas como en instituciones.
Esto es lo que aporta:
- Mejoras en la calidad de vida de los trabajadores.
- Reducción de las bajas laborales por problemas psicológicos.
- Aumento del rendimiento general.
- Mejora del ambiente laboral y de las relaciones personales.
- Fomento de la creatividad y la empatía.
¿Te parece lejano o imposible?
Pues ya se está aplicando en algunos lugares.
En octubre de 2015 se presentó en el Parlamento británico el documento Mindful Nation. Este texto resume todas las evidencias conocidas sobre el mindfulness y alienta a que se incluya en los distintos sistemas dependientes del Estado, como la educación la sanidad.
Actualmente este proceso está en curso, y en el Reino Unido la práctica del mindfulness está extendida y consolidada. ¡Hasta los miembros del Senado hacen anualmente una formación práctica de mindfulness!
Igual que en España ¿verdad? 😉 Y está presente en más ámbitos:
- En los hospitales: existen grupos de entrenamiento mindfulness donde las personas pueden practicar.
- En la empresa: nadie se extraña si ve a un trabajador cerrar los ojos un minuto para hacer unas respiraciones. No se entiende como pérdida de tiempo, sino como necesidad para calmar el ruido mental y aportar claridad a lo que estés haciendo.
- En los colegios: las clases empiezan con una breve práctica adaptada según la edad. Y, si en algún momento el bullicio interrumpe las clases, se introduce un ejercicio para retomar la atención.
- En instituciones penitenciarias o el ejército: también en estos entornos se han comprobado beneficios importantes.
Espero que estos ejemplos te hayan servido para comprender que las posibilidades de aplicación del mindfulness son mucho mayores de lo que pensabas.
✅ ¿Quieres aprender mindfulness?
Empezar a mejorar está a tu alcance.
Mi consejo es que no esperes más y pases a la acción, porque leer está bien, pero la práctica es lo que te va a dar resultados visibles.
Si quieres, yo puedo ayudarte en eso. Puedes apuntarte a mi mini-curso gratuito con los fundamentos de El Arte de Meditar, con 4 meditaciones guiadas para que empieces a practicar.
Además, tienes dos microejercicios de mindfulnes que no te llevarán ni dos minutos y mi meditación favorita para soltar pensamientos.
¿Te animas? Te espero en mi mini-curso Los 4 Fundamentos del Arte de Meditar 😉