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[Tipos de ansiedad] Conoce las 9 manifestaciones psicológicas de este trastorno

Índice de contenido

Un trastorno de ansiedad no aparece de hoy para mañana. No te levantas un día y ¡magia!, ahí está.

No.

Antes de que se manifieste, hay señales que te indican que algo no funciona bien.

Es más, posiblemente tu cuerpo y tu mente lleven un tiempo mandándote avisos… Pero no pasa nada, eso no quiere decir que vayas a tener un trastorno de ansiedad (como iremos viendo).

Solo significa que alguna pieza dentro de ti se ha desajustado un poco y conviene prestarle atención.

Es como cuando tu coche empieza a hacer ruiditos raros. Funciona, pero de vez en cuando oyes algo en el motor que chirría un poco.

Echarías un vistazo ¿verdad? A lo mejor solo es cuestión de ajustar un par de tuercas…

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Pero si haces como que no pasa nada, puede que más tarde tengas un problema mayor.

Por lo tanto, mi consejo de momento es sencillo: presta atención (sin agobiarte) a algunas señales psicológicas que te pueden estar indicando dónde tienes ese par de tuercas que hay que ajustar.

¿Vemos cuáles son?

✅ Los 9 tipos de ansiedad a los que debes prestar atención

Te voy a describir de una manera sencilla cuáles son los distintos tipos de señales psicológicas que pueden hacer de “chivato”. Son estas 9:

👉 1. Pensamientos obsesivo-compulsivos

Imagínate que cada vez que conduces un coche tienes el pensamiento de que vas a atropellar a alguien o que pierdes el control y te estampas contra un muro.

Sabes que es un pensamiento irracional, pero no puedes evitar que se presente cada vez que te pones al volante. Tu mente lo trae una y otra vez, obsesivamente.

¿Y cuál suele ser la respuesta a esos pensamientos obsesivos? Lo que en psicología llamamos una compulsión: haces algo que te genera un alivio momentáneo y te relaja la ansiedad.

Por ejemplo, si vas con tu pareja, le pides que conduzca. O te desplazas en autobús cada vez más a menudo para no tener que coger el coche.

Ese tipo de respuestas calma la obsesión, pero a la vez aumenta la “adicción” a ese tipo de pensamientos.

Si los pensamientos obsesivo-compulsivos cobran tanta fuerza que se hacen incapacitantes, entonces hablamos de un trastorno serio que se debe tratar.

👉 2. Ansiedad generalizada

¿Necesitas tener el control sobre todas las cosas que pasan en tu vida (y, de paso, en la de los demás)?

Las personas con ansiedad generalizada viven en un estado constante de preocupación. Como si hubiese un peligro o una amenaza rondando, y por eso sienten la necesidad de tener todo bajo control.

Siempre.

Sin darse un respiro.

Y, como no lo logran (porque es imposible controlarlo todo), se frustran y se sienten mal.

No saben salir de ese bucle de ansiedad. Se pasan el día rumiando (aquí te explico cómo funciona ese mecanismo) y todo lo que hacen les genera más preocupación. Si no se pone freno puede también acabar siendo un trastorno.

👉 3. Problemas adaptativos

A veces hay un encrucijadas en nuestra vida que nos sacan de la zona de confort:

  • Cambiar de empleo o ser despedido.
  • Un divorcio.
  • Un problema de salud.

El miedo al cambio o la dificultad para controlar una situación nueva, pueden hacernos sentir mucha ansiedad, hasta el punto de derivar en un trastorno adaptativo.

👉 4. Fobias

Las fobias son miedos irracionales muy intensos.

Seguro que conoces a alguien que tiene fobia a los aviones y se pone muy nervioso cuando sube a uno.

O fobia a los espacios cerrados (los ascensores) o abiertos (un parque).

También existe la fobia social, lo que dificulta las relaciones con otras personas.

Aclaro que si sientes inseguridad cuando te relaciones con la gente no quiere decir que tengas fobia social. Lo normal es que con el tiempo aprendas a aceptar esa inseguridad y no tengas miedo cuando aparece, porque sabes cómo la tienes que manejar.

Se convierte en una fobia cuando no te permite hacer tu vida con normalidad. Huyes de esas situaciones porque te generan una ansiedad que te sobrepasa.

👉 5. Miedo obsesivo

Te da miedo hacer determinadas cosas si no van precedidas de cierto ritual (sí, tiene un poco de “pensamiento mágico”).

Imagina que eres deportista y siempre vas a las competiciones con tu gorra favorita. Has comprobado que, cuando la llevas, te salen las cosas bien.

Empieza como un juego, pero puede acabar derivando en un comportamiento ansioso: si un día te olvidas la gorra y te niegas a participar en la carrera porque estás convencido de que te va a ir mal.

El miedo obsesivo tiene que ver con condiciones arbitrarias que, si no se cumplen, te generan ansiedad.

👉 6. Pánico y agorafobia

El trastorno de ansiedad produce sensaciones muy fuertes. Tanto, que hay personas que van a urgencias porque sienten que se van a morir. Creen que les va a dar un infarto.

Y en urgencias les dicen que no es un infarto. Es un ataque de ansiedad.

Es una experiencia tan fuerte que la persona que lo ha sufrido una vez, teme que le pase de nuevo. Sobre todo, teme que le ocurra en la calle, cuando se encuentra más desprotegido (ese miedo a estar solos en el exterior es lo que se conoce como agorafobia).

👉 7. Hipocondría

Es el trastorno de aquellos que están pendientes de su salud de una forma exagerada.

Se empieza a generar miedo por enfermar y se extrema la atención sobre cualquier indicio:

  • Una mancha en la piel.
  • Una tos nueva.
  • Un crujido en una articulación.
  • Un pitido al respirar.

En vez de relajarse un poco, la persona se pone a vigilar más. Y encuentra más posibles enfermedades. Y crece la ansiedad…

👉 8. Estrés postraumático

Aparece cuando hemos tenido un evento en nuestra vida que nos ha causado un impacto emocional muy fuerte. Mientras no lo “digerimos”, la mente lo revive una y otra vez, repasando

  • La situación.
  • Las imágenes.
  • Las conversaciones.
  • Las sensaciones.

Así, hasta que lo incorporemos como parte de nuestra vida. Ese sería el proceso natural. Pero en algunos casos la mente no para de revivir lo ocurrido, lo que puede derivar en un trastorno.

👉 9. Depresión

La ansiedad, en cualquiera de sus manifestaciones, es agotadora para la persona que la sufre. Consume toda su energía, la quema.

Conviene estar atentos porque un estado de ansiedad prolongado puede desembocar en depresión.

✅ ¿Te reconoces en alguno de estos tipos de ansiedad?

Puede ser, pero deja que te lo vuelva a decir: no quiere decir que vayas a desarrollar un trastorno. Solo hablamos de trastorno cuando ya no es una incomodidad, sino un problema que te incapacita para según qué cosas.

Pero lo que sí debes hacer es prestarte atención a ti mismo, y

  • Conocer tus tendencias.
  • Familiarizarte con ellas.
  • No castigarte por tenerlas.
  • Aceptarlas y aprender a manejarlas

Yo te voy a ayudar a conocer la ansiedad con una serie de posts en los que voy a abordar la ansiedad desde distintos ángulos y te daré claves para entenderla mejor.

Ya puedes consultar:

[Ansiedad] Qué es y cuáles son sus síntomas (algunos te van a sorprender) 

Y si necesitas más, entonces enseguida podrás inscribirte en mi nueva formación: ADLA, El Arte de Aprender de la Ansiedad. Dentro de nada volveremos a abrir puertas, y ahí tienes mucho conocimiento basado en la experiencia, así como una “caja de herramientas para el cambio” que te resultará muy útil.

Para que la espera no se te haga larga, me gustaría invitarte a nuestro mini-curso gratuito sobre Mindfulness y Ansiedad, en el que tratamos temas como cuál es el origen de la ansiedad, cuáles son sus activadores y qué ejercicios puedes hacer para aprender de ella.

¡Te espero! 😉

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